Sin embargo, algo permanecía intacto: esa estúpida
tranquilidad que daba saber que podía contar con mis amigos, que ellos iban a
estar en todos los momentos, en todas las circunstancias, para divertirnos y
para luchar, para ser felices y para permitir que ninguno sufriera. Eran
grandes amigos mis amigos. (…) A veces con la vista nublada se ve más claro. No
había dudas: la vida era mejor cuando estábamos juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dame una palabra a a
Sólo una palabra a a